JOVELLANOS-EVENTOS Nov-Dic 011 y MÁS


LÁPIDAS EN EL SUELO DE GIJÓN



En losas circulares de piedra grabada, las frases de Jovellanos van a ir acompañando el paseo de muchos gijoneses y también turistas. Por la plazuela de Jovellanos, el Campo Valdés, el Muro de San Lorenzo y otros enclaves vinculados a la vida y obras del ilustrado, se comenzaron a colocar en el mes de noviembre,  las lápidas prometidas para este año del bicentenario de  su muerte, correspondientes a la señalización de un itinerario o paseo jovellanista por la ciudad.


La inauguración tuvo lugar el 30 de noviembre, con la presencia del presidente del Principado, Francisco Álvarez Cascos que en su intervención recalcó "estas placas de granito se suman a este conjunto de recuerdos presentes permanentemente en la vida de los gijoneses y tienen como objetivo acercarnos aún más a Jovellanos, a sus recuerdos, a su pensamiento y a sus vivencias".


 La Alcaldesa, Carmen Moriyón, calificó el itinerario jovellanista, puesto en marcha por el Ayuntamiento, como «un nuevo hito urbano» compuesto por ocho placas "que, ubicadas en los lugares de Gijón más representativos con la figura del prócer, establecen un nexo de unión entre la memoria de Jovellanos y la actualidad de nuestra villa milenaria".

Tras una intervención de María Teresa Caso, impulsora de la obra, la alcaldesa y varios concejales gijoneses leyeron los textos que figuran en las placas del itinerario.


La primera lápida fue colocada en la plazuela de Jovellanos,  junto a su casa natal y la que fue sede del primer instituto y la frase en ella impresa es ésta: «He echado sobre mí el cuidado de esta casa, que me vio nacer y el del Real Instituto Asturiano, que con tantos desvelos hemos fundado» (1798).

Es éste el primer paso de los ocho que completan el «itinerario histórico-sentimental» que la ciudad ha diseñado como un nuevo «hito urbano» en este año especialmente jovellanista. Ocho pasos, ocho placas de granito y ocho citas del prócer relacionadas con el lugar elegido, todos ellos ligados de una u otra forma a la vida del ilustrado. Desde la casa en la que nació hasta el lugar donde proyectó un muro para «defender la población del mar», pasando por el lugar en el que plantó álamos y robles (Campo Valdés) o el punto desde el que disfrutar de una vista que produce «un placer inexplicable» (cerro de Santa Catalina).



                                 EL BICENTENARIO EN AVILÉS


      


Con motivo del bicentenario de la muerte de Gaspar Melchor Jovellanos, el Ayuntamiento de Avilés organiza en el palacio de Valdecarzana los días 22 y 29 de noviembre y 1 de diciembre, unas jornadas sobre el prócer.
 Comenzarán con una serie de conferencias. La primera,  correrá a cargo de María Teresa Caso, doctora en Filología Española. El acto, que estará moderado por el periodista y escritor Ramón Baragaño, tiene entrada libre y en la organización colabora el Ateneo Jovellanos de Gijón.
   
 JOVELLANOS A LA LUZ DE FELINUS



El 23 de noviembre se presentó en la Casa Natal de Jovellanos  el
 libro «Jovellanos a la luz de Felinus», biografía en imágenes.

Sus autores son: Mila García Pérez y Silverio Sánchez Corredera, responsables de dibujos y texto, respectivamente. Felinus tiene una troupe de gatos y gatas que lo siguen por doquier y que le ayudan en sus investigaciones, ocupándose de los diferentes aspectos de la sociedad.

Presidió el acto el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Gijón, Carlos Rubiera, que celebró este nuevo medio de llegar al conocimiento de Jovellanos, ya que considera un acierto utilizar diversos lenguajes para difundir su figura.
 Hizo la presentación de los autores la doctora en Filología Hispánica Elena de Lorenzo. Dijo, refiriéndose a Silverio Sánchez Corredera, que aparte de su brillante tesis doctoral, centrada en Jovellanos, nunca ha dejado de investigar sobre él, como demuestran sus reflexiones expuestas en el congreso jovellanista celebrado en mayo. Destacó, a su vez, el importante papel que juegan los docentes en la sociedad, algo en lo que Jovellanos nunca dejó de insistir, y que destaca en su «Memoria sobre la educación pública», escrita en Bellver. Alabó el mérito de ambos creadores al haber efectuado su trabajo fuera de las horas lectivas. Algo en lo que habría de insistir Carlos Rubiera, «me llega al corazón su generosidad, al lograr esta obra en su tiempo libre». Pidió que fuera publicada en periódicos.
( Fotografía y crónica de "La Nueva España")


            ACTOS EN EL REAL INSTITUTO JOVELLANOS
                                                  DE GIJÓN


 El Real Instituto Jovellanos (IES Jovellanos),  sucesor del primer Instituto, el más antiguo de España, fundado por el prócer gijonés en 1797, se ha sumado a las celebraciones del año jovellanista con  la organización de una semana dedicada a diversos actos, exposiciones y conferencias sobre Jovellanos.

La alcaldesa, Carmen Moriyón, encargada de dar inicio a los actos, recalcó  que «Jovellanos se sentiría orgulloso de ver este centro como referente de la educación en su ciudad» y animó a los estudiantes a trabajar duro, porque «con la educación seréis libres».

Actividades de la semana

Miércoles 23 de noviembre. 11,30 horas. Presentación del número monográfico de
 la revista “Aldaba” y apertura de las exposiciones “Las sedes del Instituto
 Jovellanos” y la colección de dibujos del Instituto Jovellanos.
Jueves 24 de noviembre. 11,30 horas. Día dedicado a los alumnos. Presentación
 de trabajos, concierto y escenificación de música del siglo XVIII : presentación
 de “Ilustración y romanceru” y actividad “Jovellanos y la lengua asturiana”.
Viernes 26 de noviembre. 11,30 horas. Día dedicado a profesores del IES
Jovellanos . Conferencia sobre “Jovellanos educador” a cargo de Santiago
 Sagredo; presentación de el libro “Jovellanos a escena” de Ramón G. Avello y
 charla sobre “Jovellanos y la montaña. Las rutas de Jovellanos” a cargo de
 Guillermo Suárez y Juan Delgado.
Lunes 28 de noviembre. 11,30 horas. Conferencia de Tomás Díaz sobre
 “Jovellanos, pionero de la geobotánica” y presentación del libro “ La aventura
 botánica de Jovellanos”.

Martes 29 de noviembre. 11,30 horas. Conferencia "Jovellanos y el deporte" por Gerardo

 Ruiz, preparador del Sporting.
Miércoles 30 de noviembre. Se clausura  la semana de actividades dedicadas al


 bicentenario con una conferencia de Juan Carlos Gea y un discurso del presidente


del Gobierno de Asturias Francisco Álvarez Cascos.

 Dentro de las actividades del centro, destaca una muestra de maquetas que recogen la historia del centro, desde sus inicios en Cimadevilla hasta su   ubicación actual, en la avenida de la Constitución.

 El profesor Manuel Santiago López  hizo un repaso a la larga vida del Instituto
Jovellanos, que tuvo como primera sede la casona de Jovellanos en Cimadevilla, y como primer director al hermano del ilustrado, Francisco de Paula Jovellanos.
Su hermana Josefa se encargaría de la escuela para niñas.


El Instituto sufrió siete traslados hasta la actualidad, con revoluciones y guerras de por medio y con una azarosa historia en la que pocas veces los alumnos dejaron de tener clase. Así, tal como explicó Manuel Santiago López, el primer traslado tuvo lugar en 1797, cuando comenzó la construcción de la sede formal del que ahora se conoce como Antiguo Instituto.
El 12 de noviembre de 1797, Jovellanos colocó la primera piedra de su Instituto. A él se trasladaron las enseñanzas en 1806, estando su fundador preso en Mallorca.



                                                              Maqueta con la huerta

 Fue gracias a la cesión de un terreno con una amplia huerta de forma rectangular rematada por un muro en lo que entonces eran las afueras de Gijón y que servía de parque público a los gijoneses.
Se sabe que  en ella estuvo colocado a partir de 1870 un barco, el Amandita, que servía para las prácticas de los alumnos de Náutica pero que duró poco tiempo por estar la intemperie.

Las obras se vieron truncadas en 1800 por falta de fondos. Sólo fue posible techar una primera planta «provisional», que pese a este carácter transitorio, duró 80 años.

 En este tiempo, el Antiguo Instituto llegó a lucir una torre en su parte trasera, que  sirvió de alojamiento al «mejor reloj que tenía entonces la ciudad», apuntó el profesor.




Cuando  se acometieron las obras para levantar dos nuevos pisos en el Instituto, las clases se trasladaron temporalmente a la fábrica de chocolate La Primitiva Indiana, en el que hoy es el paseo de Begoña.

                                                       Edificio de La Primitiva Indiana

El 8 de agosto de 1892 se inauguraron las obras de ampliación del Instituto, tal y como Jovellanos había señalado: " Se ejecutará la primera parte y quedará la segunda para la posteridad".
Al ampliarse el Instituto, se trasladó a la segunda planta la Escuela de Artes y Oficios.

  En el lateral del Instituto puede verse el anexo donde estaba situada una capilla  que ya no existe.


En 1932 de nuevo fue necesario trasladar las aulas.
Los guardias de asalto ocuparon el centro, y los alumnos pasaron a recibir clase en el Colegio de la Inmaculada, tras la expulsión de los Jesuitas. Junto con los estudiantes, compartieron edificio presos, heridos y militares.

Colegio de la Inmaculada

                                                        Maqueta del colegio
 Cuando finalmente, la Inmaculada fue destruido ( en la maqueta puede verse cómo quedó ) se produjo un quinto traslado, y en el curso de 1936 las clases se dieron en la Escuela Superior de Industrias ( el edificio antiguo del actual colegio Jovellanos ).

                                                         Antiguo Colegio Jovellanos

  Tras la contienda, los alumnos retornaron a la que fuera la segunda sede, el Antiguo Instituto, que por aquel entonces presentaba descubierto su patio central.
La séptima sede del Instituto, situada en la Avenida de la Constitución  fue inaugurada el 3 de octubre de 1964.


Todas las idas y venidas del centro están plasmadas en varias maquetas que el
profesor Santiago ha ido modelando con la colaboración de los alumnos de Diversificación, y que estos días se exponen en uno de los pasillos del instituto.


                                   
  Muestra de instrumentos musicales del siglo XVIII


Josefa de Jovellanos, destacó en su época por una inteligencia equiparable a la de su hermano Gaspar propiciando que en esta semana conmemorativa organizada por el IES Jovellanos de Gijón, se haya hecho una exposición de instrumentos antiguos recopilados por Daniel García de la Cuesta, músico, investigador y conserje del instituto.

 La idea surgió según explica Daniel García debido a que en 1999 una anciana de Cantabria le cantó un romance con variaciones de la música tradicional asturiana, pertenecientes al poema " Las exequias de Carlos III" de Josefa de Jovellanos.
De esta forma surgió una actividad original: un poema visual con imágenes de instrumentos y grabados de la época que acompañan a la narración del poema. Los instrumentos musicales que se tocaban entonces eran: violín, clarinete, gaita, flautas, gaita, bombarda, tambor, matraca, castañuelas, salteiru, banburria, zanfoña, pandero, tarrañueles, cucharas y hasta "turullos", cuernos con los que se hacía música.
También se muestra una imagen a tamaño real de Jovellanos con una guitarra, instrumento que aél le gustaba mucho tocar.

Teatro en el Instituto Doña Jimena de Gijón


                                                     " Una tarde en la Casona "
Antonio Rico ( "La Nueva España)
Para conmemorar el doscientos aniversario de la muerte de Jovellanos, la profesora de Historia y escritora Victoria Rodríguez decidió que el viejo Jovellanos se hiciera de carne y hueso en la obra teatral «Una tarde en la Casona».
 Ante los asombrados ojos de los jóvenes estudiantes, un Jovellanos encarnado maravillosamente por Manuel Jesús Álvarez, profesor de Historia y desde ahora candidato al «Goya» al mejor actor revelación, repasó la vida del ilustre gijonés, sus obras, sus buenos momentos en Sevilla, sus malos momentos en Mallorca, su labor política, su experiencia en la corte y hasta su muerte.
 La propuesta de Victoria Rodríguez era tan sencilla como atrevida: un grupo de visitantes recorre la casona de Jovellanos y sigue las explicaciones de la guía, interpretada por la propia autora de la obra. Cuando la visita está a punto de finalizar, una joven contempla un retrato de Jovellanos y pide permiso a la guía para quedarse un ratito más en busca de inspiración, pues tiene que redactar un trabajo sobre don Jovino. Y, entonces, aparece el mismísimo Jovellanos, con peluca y todo, dispuesto a ayudar a la joven interesada en su vida.
 El zombi de Jovellanos, podríamos decir, aunque sin la ropa manchada de sangre y con todos los miembros de su cuerpo en perfecto orden. Los zombis de la serie televisiva «The Walking Dead» comen carne humana y sólo se detienen cuando se les vuela la cabeza con un disparo. El zombi de Jovellanos, en cambio, no necesita comer carne porque se alimenta de la curiosidad de los que escuchan el relato de su vida, y nadie le puede detener porque los grandes hombres (y mujeres) siempre son así: imparables, inagotables, inmortales.



               EL BICENTENARIO EN PUERTO DE VEGA


Puerto de Vega conmemorará los días 26,  27  y 28  de noviembre, el bicentenario de la muerte de Gaspar de Jovellanos con un programa de actos que incluye una recreación de la 'arrivada' del ilustrado al muelle local. La representación, que correrá a cargo del grupo de teatro Baluarte, está prevista para el domingo 27 a las 16 horas y será uno de los grandes atractivos de la programación.

La conmemoración comenzará el sábado 26, a las 19.30 horas, con varias ponencias que serán inauguradas por el presidente del Principado y el alcalde de Navia. A continuación, expertos conocedores de la figura de Jovellanos como Joaquín Ocampo Suárez-Valdés o Servando Fernández, Cronista Oficial de Navia, retratarán la época en la que vivió el ilustrado. Esta primera jornada, que se desarrollará en la Casa de Cultura de Puerto de Vega, finalizará con un concierto del coro Las Almenas.

El lunes 28, a partir de las 17 horas, se celebrará un acto institucional, que estará presidido por el presidente autonómico. Para las 18 horas hay prevista una ofrenda floral en el campo de la Atalaya y la colocación de una placa conmemorativa del bicentenario ante el monumento de Zenobio Barrón. A continuación, en la iglesia de Santa Marina, Joaquín Pixán ofrecerá un concierto.


 
PUERTO DE VEGA 27-11-2011
DESEMBARCO Y MUERTE DE JOVELLANOS

 Representación de los últimos días de Jovellanos hecha por la Asociación Cultural BALUARTE el 27 de noviembre de 2011 en la villa naviega.

 En noviembre de 1811, en mitad de una tempestad, el bergantín Volante buscó refugio en el muelle de Puerto de Vega. En la embarcación viajaba el ilustrado gijonés acompañado de varios colaboradores que huían de los franceses, que por aquel entonces tenían sitiada la ciudad de Gijón.


 La intención de Jovellanos era encontrar alojamiento en casa de uno de sus amigos, Antonio Trelles Osorio. Llegó al puerto en muy mal estado, aquejado de una grave neumonía que, días más tarde, le provocaría la muerte.


  Puerto de Vega en 1811

 Ceán Bermúdez, biógrafo de Jovellanos, dejó escrito que Puerto de Vega era allá por 1811 «una aldea miserable», pero lo cierto es que erró en su definición a la vista de lo que cuenta la Historia. Quizá la galerna que acompañó la llegada del prócer al lugar en el que habría de morir no le dejó ver al próspero pueblo marinero, con familias de posibles y florecientes negocios que tenía ya por entonces casi tanta población como ahora. Eso al menos sostiene el cronista oficial de Navia, Servando Fernández Méndez, quien retrata un paisaje bien distinto al que la bajamar del momento ocultó a los ojos de tan ilustre visitante. «La visión del puerto tuvo que ser tremenda, debió ser muy difícil la entrada, se sabe que el barco soltó amarras y quedó semihundido», detalla. La impresión no fue la mejor.
Había un buen número de familias con casas con blasón que hacían su buen dinero con el mar como aliado. Allí vivían los Pérez Lebrón, que comerciaban con el saín de la ballena (la grasa derretida), con madera, con carnes y que tenían contratados barcos en Amsterdam,  los Méndez de Vigo, Lanza Trelles, Fernández Reguera, Pérez Villamil y, por supuesto, los Trelles Osorio, en cuya casa se alojó y falleció el ilustrado gijonés.
 Desde Riga, la capital de Estonia, llegaban a Puerto de Vega barcos cargados de lino. Se asentaba en el occidente asturiano una importante industria linera que fabricaba sayales y paños que luego arrieros y trajineros trasladaban hasta Castilla para su venta.

Así las cosas, no es extraño que la iglesia del pueblo naviego sea «casi una catedral», ni que hubiera además trece capillas, ni que los prósperos comerciantes marítimos financiaran la carretera hacia Luarca o levantaran un hospicio-oratorio. Vivía buenos tiempos un pueblo en el que las familias pudientes tenían doce o catorce hijos, algunos dedicados a la carrera de armas, otros a la Iglesia, otro, el mayorazgo,  que se hacía cargo de la propiedad.

Claro que al margen del comercio, Puerto de Vega siempre vivió de la pesca. «Fundamentalmente habría algunos barcos de cabotaje en el puerto y luego pequeñas lanchas para la pesca de costa», relata el cronista oficial. Eran lanchas artesanales construidas en el astillero de Las Veigas, en el propio puerto, y en ellas salían en busca de pescadas (que así se llamaban entonces las merluzas), bonitos, botonas, besugos y congrios. Era una vida durísima la de los marineros, que, dicho sea de paso, en nada apreciaban ni encontraban salida para el marisco. El caso es que si bien los campesinos debían debían pagar tributos a las casas señoriales, los pescadores estaban obligados a hacer lo propio. Una parte de las capturas tenían como destino la casa de Navia. La razón: «La mar era propiedad de la casa hasta Inglaterra».


                  OFRENDA FLORAL  Y  CONCIERTO 
                                EN PUERTO DE VEGA






El 28 de noviembre concluyeron los actos conmemorativos del bicentenario de la muerte de Jovellanos en Puerto de Vega.


A las 17 horas, se celebró un acto institucional,  presidido por el presidente de Principado, Francisco Álvarez Cascos. La Casa de Cultura fue el lugar elegido para recordar la figura del prócer, su aportación a la Historia y sus raíces asturianas:
 "Este ilustre gijonés que murió en Puerto de Vega, fue un visionario con ideas que se pueden aplicar hoy a esta época de crisis que sacude el mundo entero" dijo el presidente Ávarez Cascos. 





A las 18 horas, tuvo lugar la ofrenda floral en el campo de la Atalaya y se colocó una placa conmemorativa del bicentenario ante el monumento a Jovellanos de Zenobio Barrón.


A continuación, el tenor Joaquín Pixán ofreció un concierto en la iglesia de Santa Marina, donde volvió a sonar el precioso órgano barroco que acompañó el funeral de Jovellanos el 29 de noviembre de 1811. También tuvo lugar la lectura de la " Oda a Jovellanos " por Antonio Gamoneda.


         Reflexiones sobre el último viaje de Jovellanos

                 ( Escrito por Xuan Bello para "La Nueva España" )
Debía de llover sin clemencia como llueve hoy. Intento imaginar las bodegas de su casa, desprovistas quizás de leña y el frío, aterido por los rincones, limando con sus garras la poca luz. Aún no ha amanecido pero una amargura inquieta ya se ha instalado, para siempre, en su corazón. Es el 6 de noviembre de 1811: hace 200 años que Gaspar Melchor de Jovellanos se dispone a abandonar para siempre Xixón. Las caballerías están cargadas con pesados fardos de ropa y libros. También cargan baúles que contienen, aún, esbozos de proyectos que no concluirá. ¡Hay tanto que hacer aún!, piensa Jovino arrugando con su mano artrítica la pechera de su camisa, y tose y esputa con dolor en el suelo negro. ¿Habrá aclarado con suficiente claridad sus motivos en 'La memoria de la Junta Central'? En eso piensa; o quizás medite en cuántas veces habrá llorado en el regazo de su tierra su infancia; quizás recuerde, mordiéndose un labio, los versos, que no le gustan del todo, del abate Marchena: «Las discordias civiles, la anarquía / son siempre inseparables compañeras / del despotismo y de la tiranía». ¿Quién vigila a los vigilantes? Asturias, su patria oscura, ocupada por el francés que no trajo ni la igualdad ni la libertad ni la fraternidad, se revuelve en la vil superstición, ahogando la virtud. Jovellanos parte de su casa hacia el cercano puerto: mastica su derrota, su pecado; quiso tener patria donde le estaba vedado tenerla. Ahora parte y el camino del exilio, una vez más, se abre en su pensamiento como una flor que se deshoja en el jardín del desaliento. El grave magistrado, el sesudo economista, el sabio austero y mesurado tiembla, con valentía, como un poeta. Llegará a La Coruña, donde le esperan amigos ciertos, y quién sabe si no embarcará hacia América, donde ha prendido, o eso dicen las confusas noticias, la llama de la libertad. O se irá a Londres donde podrá morir, al menos, en paz. No sabe que sus sueños ya le están todos vedados aunque presiente, sabio como es, que todos los pasos que ha dado y que dará le conducen hacia la muerte.

El 6 de noviembre de 1811. Tal vez el mundo debería haberse acabado para él ese día. Morir, tras larga y fértil vida, en la casa en la que se ha nacido: esa es la verdadera felicidad; pero a Jovino se le ha hurtado la patria, la felicidad, la posibilidad soñada de un mundo mejor. «Favor, influjo, amistad, opinión, si algo tuviere quiero consagrarlo todo al bien de este nuevo establecimiento que está a mi cargo, a la mejora de esta provincia en que nací y cuento morir, y al consuelo de los infelices y de los hombres de bien». Sí, eso escribió en 1796. Patrono de la verdad y de la virtud, azote de la mentira, del error y el vicio, apoyo y defensor que fue de la justicia y de las leyes, leal y constante en la amistad, sensible, compasivo a los ajenos males, Jovellanos examina por última vez su gran crimen: amar a su país, ser sombra militante en un mundo de luces dispersas.

 Se embarca y en el mar de Xixón, agitado por la lluvia, no distingue los caminos que lo llevarán no tan lejos. Los franceses han invadido otra vez Asturias y se embarca en el bergantín Volante con su amigo Pedro Valdés Llanos. Más de sesenta personas embarcan con ellos. El 6 de noviembre salen del puerto y el 14, después de un incidente con un barco ingles y una tempestad rabiosa, arriban a Puerto de Vega. Antonio Trelles Osorio los aloja en su casa. El 25 de noviembre fallece Pedro Valdés Llanos. Pero Jovellanos no llega a enterarse, puesto que también él ha enfermado gravemente de pulmonía. Una tristeza menos. El médico de Navia reconoce al ilustre enfermo y dice que nada puede hacerse. El enfermo se agrava por momentos. El día 27 recibe los auxilios espirituales y veinticuatro horas después fallece. En su delirio final repetía: «Mi sobrino... Junta Central... La Francia... Nación sin cabeza... ¡Desdichado de mí!».




           SEVILLA CONMEMORA EL BICENTENARIO

 Dos siglos sin Jovellanos, entre Sierpes y Tetuán   (22-11-011)

                 "El diario de Sevilla" publica el 22 de noviembre de 2011

 El Alcázar acoge hoy y mañana un ciclo para recordar a quien conoció Sevilla como legislador, como escritor y como opositor a la invasión napoleónica.

Será estos días la palabra de moda. Ministro. Gaspar Melchor de Jovellanos lo fue, ministro de Justicia, a propuesta de Godoy. Después de sufrir presidio por hereje en la cartuja de Valldemosa y el castillo de Bellver, Mallorca, rechazó un ministerio de José Bonaparte. No aceptó la invitación y en el crepúsculo de sus días se alineó contra la invasión francesa.
 Manuel Moreno Alonso intervino en Gijón en el congreso que este año recordó la figura de este humanista que con 23 años fue nombrado por Carlos III alcalde del crimen de la Audiencia de Sevilla en 1767. Un ciclo de conferencias repasará hoy y mañana la ímproba tarea pública de este gobernante y jurisconsulto.
El Alcázar es el escenario de las jornadas por ser el lugar que acogió la Junta Central -que se trasladó a Cádiz- y las tertulias de Olavide de las que Jovellanos era uno de los principales animadores. "Se dice que venían a hablar de política, de literatura y de leyes", dice Moreno Alonso, "pero la principal atracción era la presencia de Gracia, una hermosa prima de Olavide". Todos los peruanos, desde el intendente hasta Mario Vargas Llosa, tienen una prima. El Nobel se casó con ella, Patricia Llosa.
La calle Jovellanos es un meandro de casas y tiendas entre Tetuán y Sierpes. El edificio-matriz es la capilla de San José, que en 1729 fue agregada por bula pontifica a la basílica de San Juan de Letrán en Roma y en 1912 fue declarada monumento nacional. Jovellanos fue un librepensador que redactó informes fundamentales sobre la reforma agraria, la llamada "policía de espectáculos y diversiones públicas", el fomento de la marina mercante o el libre ejercicio de las artes. Moreno Alonso evoca una curiosa relación de Jovellanos con la Iglesia.
"En 1809, Sevilla era la capital de la España libre, contrapunto del Madrid napoleónico", recuerda el historiador. "Vino a la ciudad lord Holland con su esposa, lady Holland, que era dueña de media Jamaica. Ella quería conocer la Catedral y Jovellanos se ofreció a enseñársela, pero antes tuvo que pedir permiso al Cabildo porque no podía entrar sin él una protestante". Con esta iglesia de la calle Jovellanos es fácil topar. Una de las joyas de la diócesis, vecina de Bolsos Casal y de la Casa de Soria.
Tenía la parroquia de Puerto de Vega por entonces unos dos mil habitantes (2.200 hoy), de los cuales un millar vivían en el pueblo (1.700 en la actualidad). Tenía incluso más población que Navia. Entonces, en Puerto de Vega estaba el poder, allí se asentaba el Gremio de Marinería y Comercio, el que más fondos aportaba a la Hacienda Real.

Diario de Sevilla 29-11-2011
Por Juan Ruesga Navarro
QUIERO sumarme a los actos de recuerdo y homenaje a don Gaspar Melchor de Jovellanos que la Real Academia Sevillana de Buenas letras y el Patronato del Alcázar han realizado estos días pasados en el salón del Almirante del palacio sevillano, en conmemoración de su bicentenario. Hoy 28 de noviembre, se cumplen doscientos años de la muerte del insigne personaje, en Puerto de Vega, pequeño lugar de la costa asturiana.
Homenajeado por sus paisanos de Gijón, en su enterramiento colocaron una lápida que dice: "Aquí yace el Excmo. Señor D. Gaspar Melchor de Jovellanos, magistrado, ministro, padre de la patria, no menos respetable por sus virtudes, que admirable por sus talentos; urbano, recto, íntegro, celoso promovedor de la cultura y de todo adelantamiento en su país: literato, orador, poeta, jurisconsulto, filósofo, economista; distinguido en todos los géneros, en muchos eminente:  honra principal de España mientras vivió, y eterna gloria de su provincia y su familia, que consagra a su esclarecida memoria este humilde monumento".

Es un resumen apretado y  elocuente de la personalidad de Jovellanos, de su capacidad y de la importancia de su obra. A los sevillanos nos cabe la suerte de haber tenido al personaje en nuestra ciudad desde 1768 a 1778, en una época crucial para la historia de España y para  Sevilla. Y también para el joven ilustrado.



Según sus propias palabras, "en Sevilla le habían nacido las entrañas". Es la ciudad de Pablo de Olavide, asistente de la misma, cuya famosa tertulia del Alcázar reunía a las cabezas más claras de su momento. Un día a la semana se organizaba un concierto y el resto se discute de filosofía, religión, ciencia. Se oyen las últimas producciones literarias y dramáticas francesas o italianas. Jovellanos la frecuenta y conoce a Antonio Ulloa, Francisco de Bruna, Ignacio Luis de Aguirre, Miguel Maestre, el conde de Malaspina, Antonio González de León, etcétera... En la biblioteca de Jovellanos hay obras castellanas, inglesas, francesas, latinas, italianas, portuguesas. Bacon, Hume, Milton, La Fontaine, Montesquieu, Voltaire, Rousseau, un ejemplar de la Enciclopedia de Diderot, etcétera... Y todo ello con licencia de la Inquisición. Era hombre precavido. En Sevilla lee y empieza a escribir. De aquí sale para los más altos destinos del estado. Con la invasión francesa vive el drama de todos los ilustrados españoles, llamados afrancesados. O la razón o la patria. España se defendió de Bonaparte, y vivió episodios  brillantes como la Constitución de 1812. Pero se perdió el impulso de la renovación de España que tantos ilustrados tenían en mente y por la que estaban trabajando. Jovellanos fue uno de ellos, quizás el más importante. En sus últimos años es propuesto para ministro por José Bonaparte. Lo rechaza y acepta ser vocal de la Junta Suprema del Reino que lucha contra los franceses. Con la Junta llega de nuevo a Sevilla. Han pasado treinta años desde su salida de nuestra ciudad. Salió un joven maduro y en su esplendor. Vuelve viejo, cansado. En gran medida el ideal ilustrado muere con él.


EXPOSICIÓN EN EL MUSEO DE BELLAS ARTES



El lunes 28 de noviembre de 2011,  el Museo de Bellas Artes de Asturias se sumó a las celebraciones del bicentenario de la muerte de Jovellanos con  la inauguración de una exposición que reune 42 obras rslacionadas con el ilustrado gijonés y su entorno. Son pinturas, dibujos, libros, grabados, fotografías y esculturas reunidos por el museo a lo largo de las tres últimas décadas, entre los que figuran dos cuadros de Goya: el que le hizo al propio Jovellanos en el arenal de San Lorenzo y el retrato del rey Carlos IV.

                                                           Retrato de Carlos IV

 
Vaso de vidrio esmaltado hecho en la Fábrica de vidrio La Industria de Gijón con el monumento a Jovellanos, hacia 1891 o 1911


JOVELLANOS, POEMA DRAMÁTICO



El viernes 2 de diciembre en la Casa Natal de Jovellanos, tuvo lugar la entrega  del "XII Premio de Investigación del Foro Jovellanos " que, en esta última edición, ha recaído en la doctora en Filología Clásica Arantxa Domingo Malvadí con un trabajo titulado: " La Real Casa de Caballeros Pajes de su Majestad : su historia y su proyecto educativo en la España de la Ilustración".
Esta institución se ocupaba de educar bajo la tutela del rey, a los hijos de las familias más nobles para su servicio a la corte. Desaparecida a mediados del siglo XIX, tuvo distintos planes de estudios, en uno de los cuales participó Jovellanos, siendo ministro de Gracia y Justicia, si bien no fue aprobado por la "corona" al considerarlo demasido liberal.


 Como colofón a la entrega del premio, la Compañía Asturiana de Comedias, con Eladio Sánchez convertido en Jovellanos, quiso rendir su particular homenaje al ilustrado, que, como cada año, se concreta en la recreación de su detención, a manos del diputado don Ramón de Navia, y del sacerdote López Gil, que llegan a su casa pareciendo que hay son de paz en sus misivas y acaban llevándoselo preso y protagonizando con él, como asegura el presidente del Foro Jovellanos, «el momento más doloroso de su vida».



Se trata del acto II, cuadro primero, de la obra  "Jovellanos poema dramático" de Joaquín Alonso Bonet, que resultó muy emotivo al ser en su propia casa, hoy convertida en museo, el lugar donde se desarrolló el drama.  
 
     Presentación del libro de José Emilio Canseco:
 " La evolución política e ideológica de Jovellanos"

El Foro Jovellanos cierra las conmemoraciones del bicentenario el 20 de diciembre de 2011, con la presentación de un libro de José Emilio Canseco sobre la evolución ideológica del prócer.
 José Emilio Canseco, doctor en Ciencias Económicas y Máster Universitario en Humanidades, ha estudiado a fondo la figura del prócer gijonés, y con motivo del bicentenario de su fallecimiento ha presentado un libro en el que analiza “La evolución política e ideológica de Jovellanos”.
El doctor Canseco inició su disertación diciendo que el objeto de su libro era observar la evolución del pensamiento de Jovellanos, un personaje al que le han rendido tributo todas las ideologías, y puso como ejemplo el homenaje que en 1936, al celebrase el 125.º aniversario, le organizó el alcalde anarquista de Gijón, Avelino González Mallada.
 El autor manifestó que en la evolución de Jovellanos hay tres períodos: uno que abarca la década de 1780, bajo el reinado de Carlos III, otro que ha de situarse en los años 90, de transición, y por último el más desconocido y que comprende su prisión en Mallorca.

En el primero, el pensamiento de Jovellanos está al servicio de la política, lucha por mejorar las condiciones de España reformando principalmente la educación, y se mantiene fiel a las dos grandes instituciones, la Iglesia y la Monarquía, aunque ambas son susceptibles de regeneración.

En el segundo período, la influencia de la Revolución Francesa le hace ver la necesidad de efectuar reformas estructurales que afectan incluso a la Corona, yéndose hacia el liberalismo, y rechazando el absolutismo monárquico.


 La tercera etapa, el doctor Canseco la circunscribe al seno de la Junta Central y a la Guerra de la Independencia, y despeja de un modo tajante las dudas que algunos le atribuyen a Jovellanos sobre su adhesión al poder francés. «Fue un patriota que aceptó de pleno, al escuchar la llamada de Flórez Estrada, su incorporación a la Junta Central, y fue pionero en pedir convocatoria de Cortes.

                            LA JOVELLANA  (Broche de oro)

 El 29 de diciembre de 2011, los descendientes de Jovellanos pusieron broche al bicentenario de la muerte del prócer, con la entrega al Jardín Botánico de un alfiler inspirado en la planta «Jovellana scapiflora».

Jovellana Scaplifora del Jardín Botánico de Gijón


 La joya forma parte de una edición limitada de once piezas, todas ellas diferentes, que la familia encargó por iniciativa propia para agradecer a personalidades e instituciones su contribución a los actos conmemorativos de este 2011.


  El Ayuntamiento de Gijón ha recibido dos copias. Domingo Cienfuegos-Jovellanos Caramés, marqués de Montemura, y su madre, María Teresa Cienfuegos-Jovellanos y Piquero, entregaron la primera de ellas hace algunos meses a la entonces alcaldesa, Paz Fernández Felgueroso. Ayer ponían en manos de la actual regidora de la ciudad, Carmen Moriyón, la «Jovellana» número 8.

       Entrega del broche a la Alcaldesa
La familia también  ha entregado sendos broches a la reina Sofía y a la princesa Leticia; a la Junta General del Principado, al Instituto Feijoo de Estudios del siglo XVIII y al Foro Jovellanos.

MEDALLA DE ORO PARA EL INSTITUTO JOVELLANOS


El   22   de   diciembre de 2011,  Gijón   concede      al   Real Instituto Jovellanos su  Medalla de Oro,  al conformar el sueño educativo de Jovino.

       La   Corporación gijonesa ha aprobado este jueves  por   asentimiento       y      unanimidad otorgar la Medalla de Oro de la Villa al Real Instituto Jovellanos, "colectividad que conforma el sueño jovellanista de creación de una entidad  docente cuya historia es una crónica fiel a las memorias de la villa de Jovino y cuyo sello en la educación y formación de muchos gijoneses fue, es y será un ejemplo en la historia de los centros educativos de nuestra ciudad desde hace más de dos siglos".
La alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón, ha rememorado cómo Jovellanos ideó la creación del Instituto, bajo el nombre entonces de Instituto de Náutica y Minerología. "Es la historia del Real Instituto Jovellanos una crónica que narra la evolución de una institución académica pionera y ejemplar para el desarrollo docente de Gijón y sin la cual la aportación de la ciudad a la memoria no habría tenido comparación",  aseguró la alcaldesa.

Columnas que cuentan historias


El 27 de enero de 2012, en el patio del Centro Municipal de El Coto se inauguró la escultura  Columnas que cuentan historias”, conmemorativa del segundo centenario de la muerte de Jovellanos y testimonio del buen hacer de doce alumnos de la Fundación Vinjoy  que es un centro para personas  con algún tipo de discapacidad .
Esta obra es fruto de un convenio entre el Ayuntamiento y la citada Fundación, cuyo presidente, Adolfo Rivas, destacó que "las personas con discapacidad tienen derecho a responder a la sociedad, y que la escultura hará a Gijón más rico en su faceta artística y en su justicia social".

 ODA A JOVELLANOS
( Presentación)


El miércoles 8 de febrero de 2012, se presentó en el Ateneo Jovellanos de Gijón la cantata "Oda a Jovellanos" grabada el pasado verano en el auditorio Príncipe Felipe de Oviedo.
Esta cantata fue compuesta por Jorge Muñiz con textos del poeta Antonio Gamoneda. La interpretación estuvo a cargo de la OSPA (Orquesta Sinfónica  del Principado de Asturias), el coro de la Fundación  y el tenor Joaquín Pixán, bajo la dirección de José Esteban Miranda.
"La oda tiene carácter biográfico y en ella el tenor narra aspectos de su vida, su fuerza y su carácter",  dice Jorge Muñiz en la introducción de la obra.
Se ha editado  un disco-libro que incluye un CD con la cantata y 13 canciones de la época de Jovellanos seleccionadas por la musicóloga María Sanhuesa, autora además de tres estudios que acompañan a las grabaciones.


En el acto, además de Sanhuesa, intervinieron el propio Gamoneda, admirador de Jovellanos, que leyó íntegramente,  su "Oda a Jovellanos"; el tenor Pixán, el ex presidente del Principado y escritor Pedro de Silva, que no quiso dejar pasar la oportunidad de resaltar el acercamiento «conceptual y sin concesiones que se ha hecho a la figura de Jovellanos»,  o el «acto de autenticidad» que supuso el adelanto del presente proyecto musical el pasado mes de noviembre: Coincidiendo con el bicentenario exacto de la muerte de Jovellanos, en Puerto de Vega, "los allí presentes pudimos sentir la emoción, la suntuosidad de la palabra" en una fase ya definitiva.


Después de los prolegómenos, se procedió a exhibir un fragmento del documental que detalla el proceso creativo detrás de este «broche de oro» musical al bicentenario jovellanista, tal y como lo calificó José Luis Martínez, presidente del Ateneo.

Finalmente, Joaquín Pixán  frente al atril, y Mario Bernardo al piano, dirigidos por Oliver Díaz,  interpretaron tres canciones del disco: "El sueño de mi amor", "Delio a la ausencia de su amada Nise" y "Cuando al campo salgo"  acompañadas por un fragmento del segundo movimiento de la cantata que enlazó con la tonada que le infunde el color "autóctono" al que el compositor se refería en el documental.


Pixán y los demás protagonistas presentes en el acto, saludaron a un auditorio entusiasmado que estalló en aplausos ante lo que según De Silva, era «un acto grande». Jovellanos, por tierra, mar y música.

PRESENTACIÓN DE LA OBRA
"JOVELLANOS, EL VALOR DE LA RAZÓN (1811-2011)"

                                Álvaro Ruiz de la Peña, Vicente Gotor y Emilio Marcos Vallaure

El Instituto Feijoo de Estudios del Siglo XVIII de la Universidad de Oviedo, ha publicado un volumen titulado: "Jovellanos, el valor de la razón (1811-2011)",  que recoge las actas del Congreso Internacional que se celebró en Gijón durante los días 4, 5 y 6 de mayo de 2011, con motivo del bicentenario de la muerte del ilustrado.
En este Congreso,   fueron tratadas todas las facetas de su personalidad por especialistas llegados de distintos paises como Japón, o el Reino Unido.

Las capítulos en los que está dividido el volumen  son muy relevantes: "Sucesos de una vida", "El magistrado honrado", "Hacia la felicidad pública", "Una literatura para pensar y sentir",  "En el espejo de la historia", y "Cajón de sastre".
Es un trabajo editado por ilustres jovellanistas del citado Instituto Feijoo,  presidido por el profesor Álvaro Ruiz de la Peña.
Se trata de una visión de Jovellanos tal como vivió y por lo que luchó.

  Como afirma Álvaro Ruiz de la Peña, «estudiar una figura como Jovellanos no es tarea que se agote en investigar sus hechos y conexiones. Hay algo más, algo a lo que ya no puede llamarse tarea si se habla con propiedad, pero que incorpora y organiza los resultados del trabajo, haciéndolo fecundo y, el momento de la pura intuición, nos entrega de un golpe la individualidad de un hombre. Sin eso no podemos decir que lo conocemos".

En definitiva, este trabajo pretende ser "un instrumento de estímulo para los nuevos investigadores" de la obra del prócer gijonés, según Ruiz de la Peña.
El presidente de la Fundación Municipal de Cultura, Educación y Universidad Popular de Gijón, Xosé Nel Riesgo, ha reivindicado la figura del ilustrado "para reflexionar sobre los tiempos actuales" añadiendo al respecto: "En este contexto de crisis, Jovellanos debe de seguir siendo la piedra angular de Asturias".

Xovellanos, un paisanu melgueru


El viernes 24 de febrero de 2012, en el Centro de Cultura Antiguo Instituto, Carla Menéndez Fernández, gijonesa y  profesora de Educación Infantil, presentó su obra " Xovellanos, un paisanu melgueru".
La idea de escribir el libro le surgió el año pasado, año del bicentenerio de la muerte del prócer, cuando comprobó que apenas había material didáctico para trabajar con los niños de infantil sobre este tema.

 Se puso manos a la obra y surgió este precioso libro, escrito en asturiano, la lengua que tanto amó Jovellanos. Las ilustraciones son dibujos hechos en plastilina por la valenciana Irene Fenollar,  y la editorial es Pintar-Pintar.  Desde hace dos semanas se encuentra en las librerías.


 Carla Menéndez narra en verso la vida de Jovellanos con un lenguaje adaptado a los pequeños lectores y con  detalles menos conocidos, como la relación con su familia y su vida de pequeño. En palabras de Carla "A los niños les hace gracia la imagen de Xovellanos que se retrata en el libro. Es una imagen más cercana y distinta a la que puede aparecer reflejada en los cuadros de Goya"


 XIV  Premio Internacional de Investigación  del Foro Jovellanos


Vicente Ruiz García acaba de ser elegido ganador de la XIV Edición del Premio Internacional de Investigación que otorga la Fundación Foro Jovellanos gracias a un trabajo sobre la Armada y el factor naval en la Guerra de la Independencia.

http://ubeda.ideal.es/actualidad/1869-el-ubetense-vicente-ruiz-gana-el-prestigioso-premio-de-investigacion-del-foro-jovellanos.html